Nuestra empresa

Un lugar con mucha historia

El equipo humano Tío Tobas

Nuestro origen es un destino con futuro

Para nosotros, lo más importante es la felicidad del cliente. Nos preocupamos por que viva una experiencia única y enriquecedora y por ello y, para ello, trabajamos cada día en esta empresa familiar, de trato cercano, cariñoso y afable.

Nuestro reto ha sido, es y será mantener viva la esencia de las cuevas, su historia, las tradiciones y costumbres de nuestra comarca y hacer de todo ello un elogio de la vida en plena naturaleza.

Actualmente, el negocio sigue estando dirigido por los descendientes del Tío Tobas, pero nuestra familia se ha ampliado con otros grandes profesionales que comparten y difunden el espíritu que nos mueve para seguir regalando experiencias únicas a todos aquellos que deseen visitar las Casas Cueva del Tío Tobas.

Historia del Tío Tobas

“Quien mucho da, mucho recibe”

Hace más de 100 años el Tío Tobas comenzó a construir cuevas movido por la necesidad de cobijar a su familia de 10 hijos y a sus pastores Curro y Tino. Realizó este trabajo durante el invierno, cuando la lluvia y la nieve impedían llevar a cabo las faenas agrícolas.

La cueva inicial del Tío Tobas contaba con 17 habitaciones, lo que supuso que la colina donde estaba ubicada estuviera perforada con muchas ventanas al exterior picadas por los “Panderos”.

Nuestras cuevas comenzaron siendo las viviendas habituales o vacacionales del propio Tío Tobas, su familia biológica y algunos de los pastores que trabajaban para él. Poco a poco y de generación en generación se fueron transformando en el complejo turístico y de ocio rural y natural en el que se ha convertido más de cien años después de que el Tío Tobas decidiera instalarse aquí.

El Tío Tobas, prudente y de temple sereno, como se observa en la fotografía, llegó a ser alcalde de Alcudia de Guadix, y su trabajo principal era cultivar las tierras. Cuando elaboraba vino, montó una taberna que permanecía abierta hasta terminar la cosecha. Hecho que motivó que a su cueva se la denominara “La venta del Tío Tobas”.

En aquella época, una tartana realizaba el recorrido por donde se ubicaban las cuevas, como si de un autobús de línea actual se tratara. Este transporte era utilizado por los habitantes del Marquesado para ir hasta Guadix y vender huevos.

Del carácter del Tío Tobas da muestra la siguiente anécdota:

En la comarca vivía un “Caballero cubierto ante el Rey” llamado don Hipólito que llegó a ser tan rico que se decía que contaba el dinero con cuartillas de medir el grano. Pero las cosas le fueron mal a don Hipólito y vendió sus casas al Tío Tobas. Más tarde, habiéndose quedado completamente arruinado don Hipólito, el Tío Tobas le cedió una de sus cuevas para que viviera hasta que el caballero murió.

Opiniones de nuestros huéspedes

Testimonios de nuestra principal misión: tu felicidad

7.9

"Sin ninguna duda seguiré repitiendo"

Llevo unos cuantos años visitando las casas cueva del Tío Tobas. Enclavadas en un entorno natural increible, muy cerca del puerto de la Ragua, casi siempre con nieve, disponible para pasar un buen día con la familia. Habitar la casa cueva es una experiencia increible por temperatura y tranquilidad, realmente se goza del descanso. Chimenea para hacer barbacoa divina, en especial para los que somos de ciudad. El personal dispensa un trato siempre cercano y entrañable, dan muestra de su cercanía y confianza con sus clientes. Puestos a encontrar un pero, diría que las cuevas precisan de un mejor mantenimiento: cerraduras que cuesta de sacar la llave, puertas que cierran con dificultad, grifos duros…
Sin ninguna duda seguiré repitiendo un par de veces cada año.

Eduardo Baeza - Murcia

8.5

"Muy acogedor y recomendado"

Nunca estuve en una cueva, pero esto es un hotel bajo la tierra en toda regla. Fantástico. Una temperatura excelente y una decoración acogedora. La chimenea nos dio un ambiente de tertulia fenomenal. Recomiendo este alojamiento por lo acogedor y bien decorado que está.

Faustino Díez - Andalucía

9.2

"Realmente nos encantó"

Nosotros estuvimos alojados en una cueva de dos habitaciones y realmente nos encantó. La temperatura media es de 18ºC, y dispones de todas las comodidades: salón con chimenea, cocina y cuarto de baño en un estilo rústico.
Yo recomendaría mi experiencia personal de observar en silencio durante un buen rato las estrellas, estirado en la colina del techo de la cueva. Es una sensación espectacular y única.

Nadia Huguet - Cataluña
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